La práctica pictórica de Paul Bertier se basa en un gran interés por las formas construidas que salpican nuestros paisajes urbanos. Edificios de todo tipo, edificios que van desde los más ostentosos hasta los menos prósperos, así como una variedad de carcasas arquitectónicas, se llevan a cabo principalmente por medio de carbón y pintura.

Exposición de Paul Bertier en Espace Icare del 5 al 29 de abril de 2022

Studio view Serie de monumentos y edificios – ©Paul Bertier

El trazo del lápiz es preciso y ordenado; las fisonomías generales están arbitradas por leyes geométricas globales. El blanco y negro, vigente en la mayor parte de la serie, refuerza una impresión de elegancia y sobriedad, casi de austeridad, que no contradice, posiblemente, la textura sedosa de los tintes de carbón. Si se trata de subrayar el carácter figurativo de las composiciones –así como la proximidad con el dibujo del arquitecto–, están sin embargo lejos de reproducir de forma idéntica lo que el artista habrá observado meticulosamente. Las desviaciones más o menos obvias del mundo percibido son evidentes; de alguna manera, esto es lo que va al corazón del trabajo de Paul Bertier.

En efecto, he aquí una obra que, por un lado, se propone apoyarse en una realidad fundamentalmente tridimensional –la de los espacios voluminosos y de los edificios habitados, la de los lugares que se atraviesan real, concretamente– cuando se trata de representarlos en superficies que son para siempre planas y bidimensionales; este aspecto sugiere, casi en esencia, una pérdida, una brecha con lo que, sin embargo, se toma en consideración con tanto rigor. Del mismo modo, aquí hay una obra que, por otra parte, tiende a representar elementos cuyo necesario rigor e inevitable regularidad se adivinan en sus motivos -que son, en definitiva, motivos arquitectónicos-, mientras que en Simultáneamente, esos mismos elementos se reproducen de tal manera que se desvían de la verdad y, en consecuencia, forman parte de un viaje que es imaginario.

Las preocupaciones pictóricas de Paul Bertier son, por tanto, más ambiguas de lo que en un principio hacen creer. Esta ambivalencia entre acercamiento y desviación frente a la realidad se acentúa a medida que se avanza en la obra del artista. Además, se expresa de manera abstracta de tres maneras.

En primer lugar, las fachadas, los fragmentos de muros o los lugares de vida representados –así de la serie Building, Island and Border– son más o menos anodinos. Descontextualizados y en adelante anónimos, estos “lugares” parecen genéricos, como si apuntaran a una especie de motivo universal de construcción en un entorno urbano. La ausencia de señalización y el ocultamiento de cualquier presencia humana refuerzan esta impresión de disociación respecto de una realidad a la que generalmente añadimos un marco, una cultura o una población. Al mismo tiempo, se hace palpable una especie de languidez, especialmente en las coloridas composiciones de la serie Frontera, que más o menos recuerdan las pinturas despobladas de la época del surrealismo, donde la soledad es también una forma de reflejar mundos interiores.

Exposición de Paul Bertier en Espace Icare del 5 al 29 de abril de 2022

Vista de la exposición Matter of Dreams en el espacio Arts Without Borders – ©Paul Bertier

Luego, los elementos representados en estas mismas series destacan un uso singular de blancos y negros, vacíos y sólidos, para extraer más frontalmente los patrones de la realidad. Así, determinados motivos representados forman una masa negruzca dispuesta en el centro de la composición, acentuándose el contraste con la blancura del papel circundante. Las parcelas de la arquitectura parecen entonces sustraídas del mundo real, como quitadas, desprovistas de todo fundamento, de todo perímetro, flotando en el aire. Otras composiciones están diseñadas reservando el blanco del papel o del lienzo donde deberían haberse mostrado las construcciones, contrastando nuevamente con la espesa vegetación y las tramas residenciales que las rodean. Las superficies desprovistas del más mínimo relieve ya no son capaces de mencionar ningún volumen, terminan describiendo masas abstractas, espacios inmaculados apuntalados por geometrías invisibles. El ojo ahora está invitado a escudriñar formas y siluetas intrigantes, porque ya no se refieren a nada específico, mientras que al mismo tiempo parecen contener una especie de verdad.

Finalmente, algunas de las composiciones de Paul Bertier se alejan más visceralmente de la realidad, convirtiendo motivos arquitectónicos en una especie de morfemas autónomos que pueden reinyectarse sobre una superficie de papel, jugando con los efectos de repetición o simetría, es decir, explorando la variedad de configuraciones que ofrece la geometría. procesos. Esto es, entre otros, lo que surge de la serie Home and Monument. La primera da más precisamente para ver un panel de estructuras habitables compuesto por fragmentos arquitectónicos que, ensamblados, repetidos, yuxtapuestos, acaban construyendo edificios llevados por una imaginación resueltamente temeraria; son lo que Paul Bertier se acerca más a las perspectivas utópicas, donde se trata de mirar a lo lejos, y de concebir formas de habitar un futuro más o menos realizable. El segundo trabaja más radicalmente del lado de la pura abstracción, con estos fragmentos repetidos cuyo motivo básico se ha desvanecido. Aquí también, un marco general que recuerda a las estructuras habitables, a veces interpretando sutilmente ángulos e inclinaciones para dar justo lo que se necesita para recordar el edificio inicial.

La práctica de Paul Bertier consiste, por tanto, en despojar gradualmente a la arquitectura de su realidad física para reintroducirla en espacios planos, es decir, espacios capaces de desplegar una forma de ficción, aunque sea sumaria, que enmarque los espacios que todos probablemente habitarán. Como resultado, la realidad de un espacio habitado ya no es aprehendida por su significado simbólico, social o cultural; ahora se recoge por su morfología pura y la fuerza evocadora que la acompaña. Además, seguro que no insistes lo suficiente en este trabajo sobre el papel que juega la percepción, la mirada y, quizás, el amor a las formas. De hecho, Paul Bertier parece preguntarse constantemente qué hace que una silueta, una morfología, sea capaz de significar un espacio habitado. ¿Es la forma en que los huecos juegan con los sólidos, las superficies con las profundidades, los huecos con los salientes, para producir puertas y ventanas? ¿Es más la vida que no vemos, pero que adivinamos, detrás de esas mismas aberturas que el artista suele representar de manera opaca? Difícil de decir, excepto, sin duda, cuando uno es artista.

Informaciones prácticas :

Espacio Icarus
31 boulevard Gambetta
Issy-les-Moulineaux

Vernissage
Jueves Abril 7 2022

Horarios
Lunes a viernes: 9 a.m .-- 22 p.m.
Sábado: 10:12 – 30:13 y 30:18 – XNUMX:XNUMX

Para más información: https://www.espace-icare.com/